Algunos creen tener la receta de la felicidad aunque no hay fórmulas secretas o mágicas para conseguirla y si alguien te dice lo contrario, huye; seguramente está tratando de embaucarte. La búsqueda de ese estado tan anhelado está equivocada desde el principio de pensar que es algo que se encuentra o que se alcanza ; hay que darnos cuenta que no estamos hablando de una circunstancia en sí, sino de un cúmulo de aspiraciones o proyectos que debemos construir, compartir y fomentar con lo mejor de nosotros mismos. Si seguimos pensando que la felicidad es una condición que llegará derrepente y y que lo alcanzaremos cuando se cumplan nuestros sueños, sentiremos frustración y decepción una y otra vez a lo largo de la vida por su constante ausencia.
Es complicado saberlo, claro. Porque entre escuela, trabajo, deudas, las obligaciones y responsabilidades de una vida social, de familia o de pareja, solemos sentirnos bombardeos desde cualquier flanco. El agobio y la angustia nos nubla la vista. Pero un buen respiro y observar nos demuestra que ser feliz no es un imposible y estar bien consigo mismo no es un sueño in alcanzable promovido por positivistas o motivadores; muy a pesar de los sentimientos negativos como el estrés y la ansiedad también hay días buenos.
Como mencioné al principio, la felicidad no se tiene ni se alcanza, se construye día a día y se vive en cada momento. No digo que nos concentremos únicamente en las cosas buenas y no ver las malas, sino que en nosotros está como elegir sentirnos ante esas circunstancias.
De primera mirada, la mayor parte de la gente podría pensar que la vida que tiene para nada, le permite ser feliz, pocas veces nos ha dejado llenarnos de gozo; sin embargo, puede que esto sea un error de percepción. Y para comprobarlo, a continuación propongo una serie de preguntas que sirven de análisis para revisar si estamos tomando controlen desarrollo de nuestra felicidad o simplemente dejamos que las cosas sucedan. las siguientes preguntas sirven como diagnóstico capaz de demostrar si nos estamos esforzando lo suficiente o no.
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¿Piensas constantemente en como mejorar?
Y no me refiero a la insaciabilidad. Es necesario aprender a trabajar por metas más altas para ser feliz; contrario a lo que se piensa, imponerte retos de este tipo es muy efectivo para lograrlo hay que “agradecer lo que has logrado”. “aprecia lo que tienes y esfuérzate por conservarlo”.
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¿Eres exigente con lo que haces?
A pesar de que el perfeccionismo lleva directamente al fracaso, un poco de exigencia en tus actitudes no está mal. Solo que para lograrlo hay que conectar con la pasión, y demostrarte a ti de lo que eres capaz; que nadie te convenza de que ser perfeccionista es un defecto cuando de pasión se trata.
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¿Has hecho todo lo necesario para conseguir lo que quieres?
No importa si lo que tienes es mucho o poco, sino cuánto luchaste por ello. Ser feliz consiste en mirar al pasado y reconocer que, aun cuando sigas trabajando por ello, todo es fruto de tu dedicación, sacrificios e ingenios. Si no lo ves, nunca es tarde para poner manos a la obra.
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¿sabes para que trabajas en la vida?
Sufrir por el trabajo es innecesario. Claro que es cansado, frustrante y exasperante, pero es tuyo y si lo tienes es porque así lo decidiste por alguna razón importante: identifica la razón y si no te hace sentido, es hora de cambiar y luchar por trabajar hacia tu motivador y sentido de vida.
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¿Tienes tiempo para ti?
Relajarte, sentirte en paz, sin presiones se elige dándonos tiempo privado y privilegiado para sentir y observar. No te permitas dominar por el estrés las 24 horas y tómate unos minutos para tomar una cerveza, un café, ver un deporte, salir con los amigos o leer.
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¿Te da miedo el cambio?
Si bien los cambios a veces son pequeños, se necesita ser flexible y abierto para ser feliz. Nada en esta vida es fijo ni debe pretender serlo, mucho menos tú; no temas a las transformaciones y no entres en zonas de confort nunca. Ponte retos.
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¿Te enorgulleces de tus logros?
Una cosa es saber que has logrado muchas cosas y otra aceptar que eres exitoso y nadie tiene que recompensarte o validarte por ello. Es más fácil lograr algo cuando lo hacemos por nuestra felicidad que por darle gusto a los demás. Haz las cosas para auto felicitarte, nunca las hagas por satisfacer a otros o esperar el reconocimiento ajeno.
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¿Sonríes?
Si no, deja de llorar y acumular sentimientos negativos cuando no debes; es cierto que las deudas, proyectos y familia ahorcan, sofocan como pocas cosas en este universo, pero no te puedes centrar en ver las cosas mal y sufrir nada más. Busca las cosas que te hagan reír y sentirte bien, esas son las que van a cambiar tu perspectiva totalmente. “El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional” (Carl jung).
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¿Aceptas, rechazas o te resignas ante las circunstancias?
la actitud con la que enfrentas las circunstancias, es toda la diferencia para ser feliz. Rechazar es pelear y causa persistencia del problema , resignarte te lleva la depresión pues causa una sensación de que nada a cambiar, pero la aceptación te libera y da la oportunidad de tomar acción y obtener nuevos resultados.
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¿Tienes un objetivo aspiracional?
Tener metas y desear es distinto; puedes imaginar y anhelar cosas maravillosas, pero si no son realizables o te propones obtenerlas como un punto al cual llegar no sirve de mucho. El sentido de la vida es seguir avanzando y que esos pasos te den la felicidad que buscas. Si te sientas a esperar que las cosas sucedan, efectivamente, no serás la persona más feliz sobre la Tierra. Sucédele a la vida y no esperes a que la vida te suceda a ti.
Ponle color a tu mandala con respecto a cada una de tus respuestas y observa el color de tu vida. Si contestaste que sí a la mayoría de estas preguntas –o a todas–, significa que debes seguir por ahí, que tienes todas las armas para ser feliz y quizá no te has dado cuenta. Te esfuerzas, te enorgulleces y te motivas; si acaso el truco está en dejarte agobiar por todo eso. Date respiros y momentos para disfrutar lo que haces.
En caso de que hayas contestado que no, es tiempo de cambiar de colores. Busca crecer como persona y date la oportunidad de estar a gusto con el lugar que ocupas en el mundo.
A final de cuentas, todo se consigue a través de conectar con uno mismo; ya sea el éxito en una empresa, emocional ó una satisfacción intelectual . Todo es esfuerzo y todo te lleva a la felicidad.
Para información sobre la felicidad y sus estudios lee El camino a la felicidad según expertos de Harvard y Distopía. El nuevo discurso de la felicidad.
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