Por qué es importante la autonomía?
- ¿Por qué es importante enseñar hábitos de autonomía? Porque el objetivo prioritario en educación infantil es su autonomía. Un niño independiente será un niño con iniciativa, con una buena autoestima además de un buen autocontrol. A veces dejar que nuestros hijos hagan las cosas por sí mismos lleva implícito que cada vez nos necesitan menos.
- El miedo a que nuestros hijos crezcan se puede manifestar en una actitud sobre protectora. Los padres sobre protectores niegan a sus hijos la oportunidad de explorar el mundo por sí solos. Están continuamente cuidándoles, corrigiéndoles para evitar un tropiezo. Y esta excesiva preocupación tiene consecuencias en la personalidad del niño: inseguridad, timidez, dependencia extrema de los padres, poca iniciativa, baja tolerancia a la frustración.
- ES IMPORTANTE… Ser conscientes de que dentro de nuestra función como padres está la de permitir que nuestros hijos vayan dependiendo cada vez menos de nosotros. Nuestros hijos aprenderán a hacer muchas cosas si: les dejamos tiempo, les enseñamos les alabamos los progresos.
- ¿CÓMO SE ENSEÑAN LOS HÁBITOS? La mayoría de los niños funcionan muy bien con rutinas, luego lo ideal será conseguir que esos hábitos se conviertan en rutinarios. Con una práctica adecuada, los hábitos se adquieren de 20 a 30 días. DECIDIRLE QUE LE VAMOS A EXIGIR Y CUANDO: Lo primero es decidir lo que razonadamente le vamos a exigir, evitando pensamientos como: “prefiero hacerlo yo, lo hago antes y mejor”. Comenzar cuanto antes. Que le exijamos algo adecuado a su edad. Hacerlo siempre y en todo lugar: todos los días. Todos de acuerdo: “con papá tengo que hacerlo, pero con mamá no”. Prepararen lo necesario: si le vamos a exigir guardar sus juguetes, hay que prepararle un lugar adecuado.
- 2º EXPLICARLE QUÉ TIENE QUE HACER Y CÓMO: Hay que explicarle muy clarito y con pocas palabras qué es lo que queremos que haga, dándole seguridad: “Desde hoy vas a ser un niño mayor y te vas a lavar la cabeza tú solito, sé que lo vas a hacer muy bien”. Enseñarle realizándolo ustedes primero. Pensar en voz alta mientras lo haces: “Primero me mojo bien la cabeza, después me echo un poco de champú en la mano…” Asegurándose de que comprende las instrucciones: pedirle que se lo repita.
3º PRACTICAR: Ponerlo a practicar. Al principio hay que ofrecerle muchas ocasiones de práctica. Recordarle los pasos de lo que tiene que hacer: “Primero mojarte la cabeza, después el champú…”Elogiarle los primeros avances. Poco a poco disminuir la ayuda. Las prisas no son buenas: preparar el tiempo necesario, al menos al principio.
- 4º SUPERVISAR: Hay que revisar cómo va realizando lo que se le encomienda. Si un niño está aprendiendo a peinarse tenemos que revisar que ha quedado bien.
- ¿QUÉ HACEMOS CUANDO NO QUIERE? Valorar si no quiere porque no está a su alcance o por comodidad. Por lo general si se lo ofrecemos como un privilegio (“Ya eres mayor…”) lo aceptará mejor que si lo hacemos como un mandato sin más.Si no lo hace por comodidad, decirle que ya es mayor, que debe hacerlo por sí sólo e ignorar las quejas. Si todavía se sigue negando podemos adoptar varias medidas: sufrir las consecuencias (por ejemplo si no quiere prepararse la cena), retirarle algún privilegio (algún juguete o actividad) o utilizar la sobre corrección: practicar y practicar la conducta adecuada.
- RECOMENDACIONES Ofrecerles alternativas para que elija. Dejarle actuar reconociendo su esfuerzo cuando se enfrenta a dificultades. No atosigarlo con preguntas. Más que darle respuestas hacerle pensar. Enseñarle a buscar soluciones fuera. No desanimarlo.
- BIBLIOGRAFÍA Antonio Jesús Rodríguez y Margarita F. Zehag (2009). Autonomía personal y salud infantil. Editorial Editex. Teresa Lleixa Arribas, (1992). La educación infantil 0-6 años. Editorial Paidotribo.
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